El módulo lunar Blue Ghost, creado por la compañía estadounidense Firefly Aerospace, ha realizado un memorable descenso en la superficie lunar, siendo la segunda nave del ámbito privado en conseguir esta proeza. Este suceso, ocurrido a las 3:34 a.m. el domingo 2 de marzo de 2025 (hora de Miami), representa un avance significativo en la exploración espacial comercial, reforzando la importancia del sector privado en la carrera por el retorno humano a la Luna.
El alunizador, que mide dos metros de altura, llegó a la región de Mons Latreille, un área próxima al borde este del Mare Crisium, denominado el «Mar de las Crisis», un antiguo cráter de impacto que se llenó de lava basáltica con el tiempo. Este lugar se eligió meticulosamente por la falta de anomalías magnéticas que podrían afectar los instrumentos científicos del módulo.
Un proyecto científico y tecnológico
La misión Blue Ghost, que forma parte del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA, llevó 10 instrumentos científicos y tecnológicos destinados a efectuar experimentos cruciales en la superficie lunar. Entre estos aparatos se encuentran un dispositivo que evalúa el empleo del GPS en la Luna, un recolector de muestras del suelo lunar y un telescopio para analizar los efectos del clima espacial en la magnetosfera terrestre.
La misión Blue Ghost, parte del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA, transportó 10 instrumentos científicos y tecnológicos diseñados para realizar experimentos clave en la superficie lunar. Entre estos equipos se incluyen un dispositivo que prueba el uso del GPS en la Luna, un aspirador para recolectar muestras del suelo lunar y un telescopio para estudiar los efectos del clima espacial en la magnetosfera de la Tierra.
Otra prueba esencial será verificar la capacidad del módulo para soportar las temperaturas extremas de la noche lunar, que pueden bajar hasta los -173 °C. Tradicionalmente, estas condiciones han causado el fallo de varios módulos lunares. No obstante, Firefly ha equipado a Blue Ghost con sistemas avanzados para enfrentar estas temperaturas extremas, gracias en parte a un incremento en la financiación de la NASA, que aumentó el contrato de la misión de 93 a 101 millones de dólares.
El crecimiento del sector privado en la exploración lunar
El logro de Blue Ghost surge en un momento en que el ámbito privado está asumiendo un papel cada vez más significativo en la exploración lunar. En 2023, Intuitive Machines, otra empresa estadounidense, se convirtió en la primera entidad privada en efectuar un alunizaje exitoso, aunque su módulo enfrentó inconvenientes técnicos tras el aterrizaje. En contraste, la misión inicial de Astrobotic Technology no tuvo éxito debido a problemas con la propulsión.
En este momento, otras naves pertenecientes al sector privado se dirigen a la Luna. Intuitive Machines ha enviado una segunda misión, y la compañía japonesa Ispace buscará resarcirse de su alunizaje fallido de 2023 con un nuevo intento esta primavera.
Actualmente, otras naves del sector privado se encuentran en camino a la Luna. Intuitive Machines ha lanzado una segunda misión, mientras que la empresa japonesa Ispace intentará redimirse de su fallido alunizaje de 2023 con un nuevo intento esta primavera.
Un porvenir alentador
Un futuro prometedor
El logro de Blue Ghost subraya el potencial del sector privado para complementar y ampliar los esfuerzos de las agencias espaciales gubernamentales. Con avances tecnológicos como los demostrados por Firefly Aerospace, la humanidad está un paso más cerca de establecer una presencia sostenible en la Luna y utilizarla como base para futuras exploraciones espaciales.
Mientras Firefly continúa recopilando datos y compartiendo imágenes impresionantes desde la superficie lunar, el éxito de Blue Ghost no solo celebra un triunfo tecnológico, sino que también inspira nuevas posibilidades para la exploración y el descubrimiento en el espacio profundo.