Durante un discurso reciente, el presidente estadounidense, Donald Trump, expresó su decisión de detener la producción de nuevas monedas de un centavo. Afirmó que el coste de producción es mayor que su valor nominal. Esta iniciativa forma parte de un conjunto de acciones orientadas a disminuir el gasto del gobierno y optimizar la eficiencia estatal.
El gasto de fabricar el centavo
El costo de producir el centavo
Repercusiones legales y administrativas
La resolución de detener la acuñación de centavos genera dudas acerca de la potestad presidencial en este tema. El Congreso de Estados Unidos es quien define las características de las monedas, como su dimensión y composición metálica. Algunos especialistas opinan que el Secretario del Tesoro podría disponer la suspensión de la fabricación de nuevas monedas sin requerir una acción legislativa, aunque este asunto es discutido.
Histórico debate sobre la desaparición del centavo
Debate histórico sobre la eliminación del centavo
La discusión sobre la eliminación de la moneda de un centavo no es nueva. A lo largo de los años, se han presentado diversas propuestas en el Congreso para suspender temporalmente su producción, eliminarla de la circulación o implementar sistemas de redondeo de precios al múltiplo de cinco centavos más cercano. Los defensores de estas medidas argumentan que eliminar el centavo reduciría costos y agilizaría las transacciones comerciales. Además, señalan que varios países, como Canadá, han eliminado con éxito sus monedas de menor denominación sin efectos negativos significativos en la economía.
En 2012, Canadá decidió cesar la acuñación de su centavo debido a los elevados costos de producción y su escasa utilidad en las transacciones cotidianas. En la historia estadounidense, el Congreso interrumpió la producción de la moneda de medio centavo en 1857, ya que su valor se tornó irrelevante para la economía de aquel entonces.
Reacciones y perspectivas a futuro
Reacciones y perspectivas futuras
La decisión de suspender la producción de centavos ha generado diversas reacciones. Algunos sectores aplauden la medida como un paso hacia la reducción del gasto público y la modernización del sistema monetario. Otros expresan preocupaciones sobre posibles efectos en las transacciones en efectivo y en los consumidores de bajos ingresos. A medida que se implementa esta medida, es probable que continúe el debate sobre sus implicaciones económicas y sociales.